¿Vives o solo sobrevives?
En el torbellino del día a día, muchas veces nos encontramos funcionando en modo «piloto automático«. Nos despertamos, trabajamos, comemos y dormimos sin detenernos a sentir verdaderamente el pulso de la vida. Esta rutina constante, a menudo impuesta por el estrés, las responsabilidades y la incesante demanda de productividad, nos aleja de la experiencia real del presente.
La sensación de vivir sin pausa, como si estuviésemos en una cinta transportadora, puede llevarnos a perder la conexión con nuestro interior. En nuestra cotidianidad, podemos notar este fenómeno cuando conducimos hacia un destino y, sin darnos cuenta, tomamos el camino habitual a otro lugar; o cuando comenzamos una búsqueda en internet y acabamos viendo algo completamente diferente.
Pero reconocer esta realidad es el primer paso hacia un cambio profundo y transformador.
¿Qué es el piloto automático en mindfulness y cómo nos afecta?
Según Williams y Penman (2010), nuestra mente opera de manera caótica y fragmentada en la vida diaria, lo que se conoce como modo hacer (doing mode). Este estado mental está orientado a la consecución de metas, lo que nos lleva a analizar continuamente el pasado y el futuro.
Cuando estamos en modo hacer, nuestra mente divaga entre:
- Cómo son las cosas.
- Cómo quisiéramos que fueran.
- La clasificación constante de experiencias en buenas/malas o agradables/desagradables.
Esto nos lleva a aferrarnos a ciertas experiencias y a evitar otras, generando una relación de rechazo y apego que puede ser fuente de insatisfacción y estrés.
¿Cómo nos ayuda el mindfulness con el piloto automático?
El mindfulness, o atención plena, surge como un faro en medio de la tormenta del piloto automático. Esta práctica nos invita a detenernos, respirar y redescubrir la belleza de cada instante.
Su propósito no es eliminar el modo hacer, sino modular la intensidad con la que lo usamos y permitirnos conectar con el modo ser (being mode), que está asociado con el bienestar psicológico (Segal, Williams & Teasdale, 2002).


Al practicar mindfulness:
✅ No nos dirigimos a ninguna meta concreta.
✅ No tenemos expectativas rígidas, por lo que la mente no compara ni juzga.
✅ Aceptamos la realidad tal como es, reduciendo la lucha interna entre lo que «es» y lo que «debería ser».
No se trata de rechazar el modo hacer, sino de desarrollar la capacidad de transitar conscientemente entre hacer y ser según la situación lo requiera.
Los beneficios del mindfulness: Ciencia y práctica
Practicar mindfulness no significa escapar de la vida, sino vivirla con mayor presencia y claridad. Numerosos estudios han demostrado sus efectos positivos en la salud mental y física:
🔹 Reducción del estrés y la ansiedad: Mindfulness ha sido reconocido como una estrategia efectiva en la reducción del estrés, incluso siendo la base del programa MBSR (Mindfulness-Based Stress Reduction), desarrollado por Jon Kabat-Zinn (1990).
🔹 Mejora de la regulación emocional: Investigaciones sugieren que la práctica de mindfulness modifica la actividad en la amígdala, reduciendo la reactividad emocional y mejorando la gestión de emociones (Hölzel et al., 2011).
🔹 Mayor claridad mental y atención: Estudios en neurociencia han evidenciado que la meditación mindfulness fortalece la corteza prefrontal, mejorando la concentración y la toma de decisiones (Tang et al., 2015).
🔹 Fomento de la empatía y la autocompasión: Practicar mindfulness facilita una actitud más amable y comprensiva hacia nosotros mismos y hacia los demás (Neff, 2011).
¿Cómo empezar a salir del piloto automático?
Si quieres empezar a integrar el mindfulness en tu vida, aquí tienes algunas prácticas simples:
1️⃣ Respira conscientemente
¿Tienes un minuto en el día?.Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. Observa el aire entrando y saliendo, sin modificarlo ni controlarlo. Cada vez que te descubras recorriendo pensamientos , regresa a la respiración.
2️⃣ Escaneo corporal
Dedica unos minutos a sentir cada parte de tu cuerpo. Percibe diferentes tensiones sensaciones sin intervenir sobre ellas.
3️⃣ Atención plena en actividades diarias
Elige una acción cotidiana (como beber agua o caminar) y realízala con total atención: observa los sonidos, texturas, olores y sensaciones que la acompañan.
Conclusión: Un acto revolucionario de amor propio
Cada respiración en la que eres consciente, una parada para escuchar tu cuerpo tus sensaciones o emociones,es una oportunidad para transformar la inercia en un movimiento con propósito.
Mindfulness no es una moda ni una técnica rápida para que te sientas mejor, sino un acto revolucionario de presencia y conexión contigo y con la vida. Nos permite salir del piloto automático y abrazar cada instante con mayor sensibilidad y plenitud.
Así que, la próxima vez que te sorprendas divagando o funcionando en piloto automático, haz una pausa… respira… y elige despertar al ahora. 🌿
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📚 Referencias Bibliográficas
Javier García Campayo,Marzelo de Marzo (2018). ¿Qué sabemos del mindfulness?.Kairos.
Hölzel, B. K., Lazar, S. W., Gard, T., Schuman-Olivier, Z., Vago, D. R., & Ott, U. (2011). How does mindfulness meditation work? Exploring the neural mechanisms of mindfulness. Perspectives on Psychological Science, 6(6), 537-559.
Kabat-Zinn, J. (1990). Full Catastrophe Living: Using the Wisdom of Your Body and Mind to Face Stress, Pain, and Illness. Bantam.
Neff, K. (2011). Self-Compassion: The Proven Power of Being Kind to Yourself. HarperCollins.
Segal, Z. V., Williams, J. M. G., & Teasdale, J. D. (2002). Mindfulness-Based Cognitive Therapy for Depression: A New Approach to Preventing Relapse. Guilford Press.
Tang, Y. Y., Hölzel, B. K., & Posner, M. I. (2015). The neuroscience of mindfulness meditation. Nature Reviews Neuroscience, 16(4), 213-225.
Williams, M., & Penman, D. (2010). Mindfulness: A Practical Guide to Finding Peace in a Frantic World. Piatkus.